En una urbanización de Sevilla, Casa Patio se concibe como un refugio familiar en torno a un vacío central. El proyecto busca un equilibrio entre intimidad y apertura, resolviendo la relación con el clima mediante espacios intermedios y sombras proyectadas.
La implantación se resuelve con un volumen compacto que se abre hacia un patio central. Este espacio regula la luz y la ventilación, organizando la vida de la casa a su alrededor.
El acceso se produce lateralmente, conduciendo a un zaguán que enmarca el patio desde el primer momento.
La volumetría responde a la geometría de la parcela.
Un prisma simple se horada para generar patios y porches, creando una alternancia de lleno y vacío que aporta frescura y dinamismo.
La sinceridad constructiva se plasma en muros de cal blanca, carpinterías de madera y forjados de hormigón visto.
El acceso conduce a un vestíbulo iluminado cenitalmente.
Desde aquí, se accede a salón, comedor y cocina, dispuestos en continuidad con el patio. En el lado opuesto se encuentran las áreas auxiliares y un dormitorio en planta baja.
En planta primera, las estancias se organizan en torno al vacío central.
El dormitorio principal se abre a una terraza orientada al sur, mientras los secundarios disfrutan de ventilación cruzada y relación directa con el patio.
«Luz, sombra y aire como materiales de proyecto. Arquitectura que construye calma a través de lo esencial».
